Esa persona me maltrató, me hizo llorar, me hizo gastar lagrimas y no creer en mi. Esa persona me hizo creer que yo no importaba, que solo era un estorbo, que no merecía vivir. Esa persona, yo no podía creer que cambiara tanto, sus ojos, tan hermosos, alegres y llenos de cariño, se fueron haciendo opacos, sin sentimiento alguno, dejando espacio solo al dolor y al odio.
Su sonrisa tan hermosa y pura, cambió a una con una sonrisa burlona, una sonrisa que solo desprendía desprecio. Con el tiempo fui creyendo lo que esa persona decía, que era inservible, que solo había nacido por error, que mi destino era morir, y no vivir. Me golpeaba, me despreciaba, y yo nunca supe la razón.
Poco a poco esa persona se fue alejando de mi, y al final, no dijo nada... Tan solo, me miró por ultima vez, con esa mirad tan llena de odio, y se marcho, dejándome a mi suerte. Nunca supe el porque de su actitud, nunca supe porque cambió, nunca supe porque me dejo de querer...
Yo seguía esperando a esa persona en mi puerta, con la mirada triste, esperando que algún día volviera... Que algún día me perdonara por cualquier cosa que le haya hecho, pero nunca volvió...
No quería existir, no quería sufrir mas, esa persona lo era todo para mi, era mi vida, la persona que yo tanto quería...
Pensé: "Tal vez lo que decía era cierto, tal vez yo no merezca existir". Pensé en el suicidio, inclusive lo intenté, pero no tenía el valor para hacerlo, porque quería creer que esa persona regresaría algún día a mi lado.
Con el tiempo, regrese a la razón, aun sentada al lado de mi puerta, de que jamás regresaría. Como quiera, dicen que la vida sigue no? Eso hice, seguir con mi vida, pero, creo que nunca me podre quitar a esa persona de mi mente.
